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El método CAM nace de la necesidad de un abordaje integrador que nos conforma como seres humanxs complejxs, únicxs e irrepetibles: nuestro CUERPO, ALMA y MENTE en completa conexión.

Cuando nos movemos físicamente desde un enfoque intuitivo, placentero, desde la escucha interna y el sentir, no sólo activamos nuestros sentidos, músculos, articulaciones, huesos, respiración, etc., sino que se conjugan también esas dimensiones invisibles a nuestros ojos que nos permiten tomar conciencia de lo que percibimos, de nuestra historia y realidad presente, de los pensamientos y palabras que creamos (y creemos), de las expresiones y gestos que organizamos a lo largo de nuestra vida en contexto con nuestra familia, sociedad y cultura, los aprendizajes, recuerdos y experiencias que almacenamos y memorizamos, la imaginación, la creatividad, la improvisación, etc.

Activamos sin darnos cuenta esas reacciones psicofisiológicas de adaptación frente a los estímulos (objetos, personas, lugares, sucesos…) llamadas emociones, que a su vez, cuando logramos conceptualizarlas (y verbalizarlas) dan lugar a nuestros sentimientos, a nuestro estado de ánimo.

Trabajar desde el método integrativo CAM nos permite confluir todas nuestras peculiaridades, descubriéndonos, conociéndonos, construyéndonos, reaprendiendo, desafiándonos…

Es despertar nuestra mismísima esencia humana.

El método CAM es energía en movimiento. Un movimiento saludable, conciente, y libre, sin disociaciones, con fluidez y armonía entre nuestro CUERPO, ALMA Y MENTE en una misma experiencia, en un mismo momento.

CAM es energía y movimiento en constante evolución.